Abrázame Fuerte

Dios lo dijo claramente en Genesis 2:18, No es bueno que el hombre este solo, le haré una «conexión» idónea para él. El ser humano fue diseñado para ser relacional, no puede estar desconectado.
Todas las investigaciones de la Dra. Sue Johnson y su equipo simplemente vinieron a comprobar este principio que Dios estableció desde el comienzo de la humanidad, y es lo que ella llamó relaciones basadas en el principio del Apego.
Parafraseando Genesis 2:14 en términos del apego sería así: Por tanto, dejará el hombre «el apego con» su padre y su madre, y establecerá «el apego con» su mujer, y serán una sola carne.

Este principio dice que no podemos vivir sanamente si no tenemos una conexión segura con nuestro cónyuge, ese vínculo o relación nos provee un refugio seguro para resistir los embates de la vida.

Estudios científicos comprobaron que la calidad de la conexión como adultos depende de cómo fue la calidad de la conexión entre nuestros padres y de ellos con nosotros desde la primera infancia. Se encontró que el apego seguro con los padres determina nuestra capacidad para amar sanamente a nuestros cónyuges. De lo contrario, aprenderemos maneras equivocadas de amar.

El sistema afectivo es fundamental para una relación saludable, por lo tanto, debe organizarse de manera correcta para aliviar cualquier malestar dentro de la relación matrimonial.

La existencia de las emociones o el afecto no está en cuestión. Las Escrituras están de acuerdo que las emociones son parte de la existencia humana. Lo que está en discusión es la etiología; significado y propósito de las emociones en la experiencia humana.

El valor de las emociones ha sido objeto de debate dentro de la Iglesia a través de los años, y esto a menudo divide iglesias sobre el uso de la psicoterapia o no. Aquellos que todo lo han espiritualizado ven las emociones como algo negativo, considerando todo lo que sea emoción como pecado o carnalidad.

Aun el hombre más espiritual es un manojo de emociones, como es definido en Santiago 5:17 refiriéndose a Elías, como un hombre sujeto a pasiones y deseos semejantes a las nuestras. Y pudiéramos escribir páginas enteras sobre las emociones en las vidas de grandes hombres como David, Pedro, Pablo, y otros que eran personas intensas, complejas y apasionadas.

El autor de la naturaleza humana no sólo le dio emociones al hombre, sino que las convirtió en la base de la conducta humana.

Ayudamos a las parejas a comprender claramente las emociones más profundas del cónyuge, debido a que estas normalmente se ocultan y no son expresadas o son mal interpretadas. Esto hace que una relación de pareja se pueda convertir en una fuente de estrés y dolor o en una fuente de consuelo y alegría.

Entrenamos a las parejas para que aprendan a lidiar con sus sentimientos mutuos, a conectarse emocionalmente uno con el otro, y a responder de maneras más amorosas y positivas. Que dejen de enfocarse en la conducta del cónyuge y exploren lo que está sucediendo en sus corazones.

Si las parejas creen que el pacto matrimonial, es un llamado a ser la «imagen» de Dios a través del amor sacrificial y el acuerdo mutuo, entonces podemos utilizar la teoría del apego para dar comprensión y contexto a su relación de pareja como un pacto dinámico. Esto nos permite la utilización de la TFE en el Taller Abrázame Fuerte con fundamento Bíblico.

La ciencia dice que algunas personas que no contaron con el apego en la infancia, sin embargo, llegaron a ser personas emocionalmente sanas, porque en algún momento temprano de sus vidas recibieron lo que llaman “apego adquirido” de alguna persona importante en sus vidas, tales como un entrenador, un profesor u otra persona con la cual establecieron el vínculo seguro.

Podemos explorar las relaciones individuales de apego durante la crianza de los cónyuges; y cuando faltó el apego, el Señor Jesucristo puede actuar como esa figura de apego o apego adquirido, y esto va a beneficiar radicalmente la relación de pareja.

Todo lo que ofrece Abrázame Fuerte tiene un respaldo bíblico, convirtiendo este maravilloso y exitoso taller de parejas, en algo ameno, práctico y efectivo. Con esto podemos cumplir con los tres requisitos mencionados anteriormente: Un principio bíblico, un principio clínico y un proceso de cambio.

Los testimonios de parejas que han asistido a nuestros talleres Abrázame Fuerte, son impactantes y alentadores para seguir ayudando a parejas que van desde una simple necesidad de mejorar, hasta aquellos que están al borde del divorcio.

Lo más importante es que las herramientas que reciben serán como un mapa de ruta que continuará sirviendo a su relación por el resto de sus vidas.

Es un taller y no un seminario, porque al final de cada lección los cónyuges trabajan independientemente y después en pareja.