En la iglesia hay dos tipos de creyentes:
Dados a Dios – Hay quienes son fuertes en su relación con Dios. Les encanta alabar, adorar, leer la Palabra, interceder, meditar y rebosar de alegría, pero viven frustrados con otras personas.
Dados a la Gente – Son rápidos para detectar las necesidades de otras personas, proponer soluciones y facilitarles la vida a otros.
Necesitamos las dos cosas si queremos llegar al Reino de los Cielos. No solo debemos ser espirituales en nuestra relación con Dios, también en nuestra relación con otros.
Estas cuatro enseñanzas llevan a toda una congregación a otro nivel de agradecimiento con Dios. No solo amar a Dios, sino amar al prójimo como así mismos.
Temas: 
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Una actitud de gratitud.
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Testigos agradecidos
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El puente del agradecimiento
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La consagración es ¿Obligación o Agradecimiento?
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