Entrenamiento para Servidores

Curso detallado sobre la vida de servicio en el ministerio

Cuando los discípulos tenían su pequeña discusión sobre cuál de ellos sería el “más grande”, miraban la grandeza a través de los lentes del mundo (Marcos 9:33-37). Jesús no se demoró en hacerles saber que perseguían el objetivo equivocado. Lo que Él les enseñó ese día, y en muchas otras ocasiones, fue que de todo lo que hacemos en la vida, lo único que nos llevamos a la eternidad es lo que hayamos servido.

El mismo Señor declaró su misión en este mundo como “servir y no ser servido”. Es lo que llamamos el Principio de la Grandeza, que está basado en que cuando bendecimos (servimos) a otros, el Señor nos bendice.

Muchas iglesias se conforman con dar un curso para “Nuevos Convertidos”, y allí termina todo; no en vano hay tanta gente sentada en una banca pentecostal que no hace más que asistir a los cultos, y si acaso ser fiel con sus diezmos y ofrendas.

En este curso aquel que ya ha sido discipulado es inspirado y motivado a comenzar una vida de servicio. Porque es la única manera como verdaderamente cada día nos parecemos más a Jesús. Es imposible ser un genuino seguidor de Jesús y no servir.

Además, el discípulo descubre la bendición que hay al servir, el sentir de valor y propósito que tiene la vida cristiana, y que está trascendiendo, está siendo parte de algo que está conectado con la eternidad.

Aquí cumplimos el principio clave del ministerio, que según Efesios 4 los pastores y maestros están para “perfeccionar a los santos para la obra del ministerio”. En otras palabras, convertimos discípulos (santos) en servidores.

Entrenamiento para Obreros

Curso detallado sobre el ministerio de la Consejería en el Altar.

El altar no necesariamente es el espacio entre la primera fila de bancas y el púlpito, se trata de ese lugar donde una persona decide acercarse a Dios, lamentablemente no todos saben cómo hacerlo. Éste es el momento en que un Consejero de Altar es vital y puede representar una diferencia en la vida de las personas convertidas y no convertidas, ya sea en una banca o al frente, debido a la gran variedad de razones por las que alguien busca a Dios.

El trabajo en el altar es un aspecto crucial del crecimiento de una iglesia, porque es allí donde se produce lo que llamamos (VTRs) vidas transformadas radicalmente. Si el tiempo en el altar es eficaz la persona tendrá momentos íntimos con Dios como jamás los ha tenido; es como si quedara atrapada con unas cuerdas de amor divino, donde desarrolla una conexión con Dios llena de emoción, confianza y revelación. Para algunos por primera vez sienten la convicción de pecado, el alma se encuentra con Dios, y se toman decisiones que afectarán toda la vida de la persona, trascendiendo aún hasta la eternidad. Para otros es un momento de reconciliación, o de recibir ánimo u orientación, o respuesta a una decisión por tomar, etc.

Lamentablemente muchos no comprenden la importancia o necesidad de trabajar eficazmente en el Altar, y se acercan a las personas con poca habilidad y sin ninguna preparación. Aunque éstos creyentes pueden tener motivos muy sinceros, sin embargo, no son eficaces e incluso pueden llegar a ser destructivos. Por consiguiente, el entrenamiento para trabajar en el altar es vital para cualquier iglesia.

Las iglesias invierten muchos recursos en la Escuela Dominical, aulas, sonido, luces, multimedia, etc. Pero ¿cuánto se invierte en entrenar a Consejeros del Altar para que ayuden a las personas a tener un encuentro real con Dios?

El propósito de este entrenamiento es proveer las herramientas necesarias para que un Consejero de Altar pueda hacer su trabajo efectivamente, dependiendo de la razón por la cual la persona se acerca a Dios. Se ha dicho que los Consejeros de Altar son la extensión del predicador; en otras palabras, el éxito de un mensaje dependerá de lo eficaz que sea el trabajo en el Altar.

Este curso reúne principios usados por grandes predicadores Pentecostales que ministraron a multitudes en un altar, entre ellos el Rev. Billy Cole.