La Biblia muestra que después de la caída de la primera pareja, la humanidad ha sufrido de desánimo y depresión. La depresión puede afectar a cualquier persona sin importar su nivel social, académico o económico. Muchos héroes de la Biblia, como David, Moisés, Job y Elías, tuvieron que enfrentarla. Rescatemos las experiencias de Elías para aplicarlas a nuestra vida diaria.
Elías tenía una relación muy cercana a Dios y fue usado poderosamente por Él. Mucha gente fue testigo de la grandeza de Dios a través de este profeta.
Elías animó a mucha gente. Ayudó a una viuda y a su hijo que estaban deprimidos y solo tenían alimento para una comida más, y después dejarse morir. Elías le dijo a la viuda que Dios proveería, y lo hizo. Más tarde, cuando su hijo murió, Elías le pidió a Dios que le devolviera la vida, y Dios lo hizo. La esperanza de esta viuda fue restaurada a través de Elías.
Elías hizo muchas otras obras asombrosas por el poder de Dios, pero la Biblia muestra que incluso los grandes hombres de Dios pueden tropezar con las pruebas y desafíos por querer vivir a la manera de Dios en un mundo imperfecto y dominado por Satanás. La historia del descenso de Elías a la depresión es una historia clásica.
Elías no solo fue odiado y amenazado de muerte por la malvada reina Jezabel, sino que también sintió que su trabajo había sido en vano y que nadie más estaba apoyando a Dios. Se sentía totalmente solo, vulnerable y desesperado. Siendo humano como cualquiera de nosotros, todo esto empezó a afectarle.
Elías se sintió abrumado y quiso dejar de vivir. Nadie sabía que Elías estaba deprimido, pero Dios si lo sabía.
Dios se acercó a Elías, y Elías le dijo a Dios que había estado haciendo lo mejor que él podía, pero que todo era en vano. ¡Elías le dijo a Dios que estaba cansado y que quería renunciar y morir!
Entonces Dios hizo una demostración de su poder. Primero, consoló a Elías hablándole en un suave susurro, diciéndole que su propósito en esta vida no se había acabado, que todavía tenía más cosas para que él hiciera, y le hizo saber que no estaba solo. Dios le mostró a Elías que Él era no solo poderoso, pero también un Dios compasivo que se preocupaba por la humanidad. La esperanza de Elías fue restaurada (I de Reyes 19:1-18).
¿Qué dice la Biblia sobre la depresión?
Quizás usted también se siente cansado(a). ¿Le parece que está haciendo todo lo posible, solo para vivir una crisis tras otra? ¿Siente que el mundo se le viene encima y no puede hacer nada al respecto? ¿Quiere simplemente rendirse? Tal vez se siente como el salmista cuando dijo: !Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. Me apresuraría a escapar del viento borrascoso, de la tempestad. Salmos 55:6-8
Bueno, la gracia de Dios le ha traído hasta este estudio sobre lo que es considerado el mal del Siglo XXI, la depresión. Y la Palabra de Dios tiene mucho que decir sobre el desánimo y la depresión, y cómo lidiar con ambos.
También debemos reconocer que las formas más graves de depresión pueden ser causadas por ciertos desbalances químicos en el cerebro o problemas psicológicos. Si usted sufre de depresión severa le recomendamos que busque la guía de un consejero capacitado o un profesional de la salud mental, además de aplicar las herramientas bíblicas discutidas en este estudio.
Veamos algunos textos reveladores de la Palabra de Dios de los cuales podemos aprender qué podemos hacer para superar la depresión y sus efectos negativos.
¿Cuál es la causa fundamental de la depresión?
Proverbios 13:12 dice que La esperanza que se demora es tormento del corazón. La depresión es iniciada por una pérdida de la esperanza. Cuando vivimos experiencias adversas seguidamente y no tenemos la capacidad de respuesta, pronto aparece el desanimo y seguidamente la depresión, que como lo expresara el proverbista se convierte en un tormento del corazón.
Llegamos al punto que declara Proverbios 18:14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad; mas ¿quién soportará al ánimo angustiado? No está hablando de un simple desanimo que toda persona tiene en algún momento, sino que se refiere a ese desánimo que se convierte en angustia, impidiendo que la persona se sobreponga a la adversidad.
Como lo dice Job 7:6, 11, Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, y agonizaron sin esperanza. Por tanto, no refrenaré mi boca; hablaré en la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma.
Aquí vemos esa combinación de la pérdida de la esperanza con la angustia y amargura del alma. Por lo tanto, nos deprimimos cuando perdemos la esperanza. Cuando no vemos un final claro para nuestros problemas, rápidamente surgirán pensamientos de rendirnos, y quedamos atrapados en un cuarto oscuro donde no hay salida.
Entonces tratamos de reproducir ese estado interior en nuestro mundo exterior, de donde queremos estar solos, confinados a un cuarto donde no entre luz y no querer hablar con nadie.
Esto nos convierte en personas muy vulnerables, expuestos a más daño por parte de otros, pero sobre todo del enemigo de nuestras almas. Como lo dice Efesios 6:12, Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Note que hay un ambiente de tinieblas en este siglo que tiene sus gobernantes, llamados huestes espirituales de maldad. Por esto el verso anterior en Efesios 6:11 nos anima a vestirnos de toda la armadura de Dios, para poder estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Usted que se siente identificado con este estudio, hoy más que nunca necesita entender que no solo es algo emocional, sino que también se trata de un ataque espiritual. Necesita ponerse la armadura de Dios para salir de esta situación.
II de Corintios 2:7 nos advierte que cuando alguien ha sido herido hay que consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza. Y el verso 11 dice para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
Satanás y sus huestes de maldad quieren que usted y yo fracasemos para que nos sintamos desanimados, porque entonces podrá desatar un ataque emocional y espiritual para que seamos consumidos por nuestros malos pensamientos y malas decisiones. Si no tomamos acción, entraremos en sintonía con sus maquinaciones y entonces nos desanimaremos aún más.
I de Pedro 5:7 nos muestra la ruta, Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
¿Cuál es el primer lugar al que debe ir usted cuando está deprimido(a)?
En Mateo 11:28-30 Jesús nos dice: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Salmos 61:1-4
Oye, oh Dios, mi clamor; a mi oración atiende. Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo. Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.
Filipenses 4:6-7
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Nuestra naturaleza humana no quiere que reconozcamos que necesitamos ayuda, pero Dios nos dice que vayamos a Él cuando estemos desanimados o deprimidos. Aunque Satanás trata de transmitirnos la idea de que no le interesamos a Dios, la verdad es que Dios si puede protegernos y darnos esa paz mental extraordinaria y poderosa que tanto necesitamos cuando no vemos una salida y hemos perdido toda esperanza. Así como Dios fortaleció la esperanza de Elías, también puede fortalecer la nuestra.
¿A dónde más debe acudir cuando esté desanimado?
Eclesiastés 4:9-12 nos muestra el antídoto para la soledad que es el sitio donde hace nido la depresión. Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
Encerrarse en sí mismo no es la forma de lidiar con la depresión. Necesitamos estar con buenos amigos para que puedan animarnos y ayudarnos. Como hemos visto, Satanás se compara con un león rugiente. Un león ataca a uno que está débil y separado de la manada. Estar con buenos amigos y familiares nos fortalecerá, nos protegerá y nos ayudará a mantenernos fuertes.
Busque un amigo de confianza que le pueda dar palabras de ánimo. No busque a alguien que también está en depresión o busca el refugio en el alcohol o las sustancias. Es fácil identificarse con alguien que también está en la misma condición, pero esto es hundirse más todavía, por eso la Palabra de Dios nos recomienda: No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. Proverbios 27:10
Este es el momento de ser selectivo sobre a quien va a buscar en estos momentos difíciles. Es lo que se llama apoyo social de calidad.
Bueno, si usted está sufriendo de depresión, y ha llegado hasta aquí, queremos ser ese apoyo social que tanto necesita en este momento.
Gracia & Verdad tiene como propósito primordial ayudarle a reconocer su situación actual, pero a la vez ofrecerle una salida de esperanza. Obtener libertad de la depresión requiere de un proceso bíblico-terapéutico.